Fantasía Final

ace solo unos minutos tuve el privilegio de revivir una de las más inspiradoras aventuras gráficas: Final Fantasy VIII. Lejos de ser un fanático, siempre que puedo, en mis ratos de ocio, me divierto con algún videojuego. A pesar de que el rol no es mi tipo de juego favorito, Final Fantasy VIII es una de las historias que mas me ha cautivado por su original y conmovedora historia, su jugabilidad, sus personajes, su música, además de una larga lista de atributos de este, como ya he dicho, maravilloso juego. Sabiendo que llevaba años sin jugarlo (aproximadamente 6) y aprovechando que una versión para PC había llegado a mis manos, me puse manos a la obra para terminarlo al cien por cien.

Sin embargo, para mi gran sorpresa, al terminar dicho juego me encontré con que había gastado cerca de las 100 horas en completarlo. Mi asombro no es para menos, he invertido, entre una sesión y otra, más de 4 días enteros (sin descontar las horas de sueño, de comer…), es decir que he gastado, a 8 horas la jornada laboral, mas de 12 jornadas laborales en pasar un juego.

No quiero decir que me arrepienta de haberle dedicado tanto tiempo al siempre bienvenido ocio. Pero, es común que a veces despilfarremos el tiempo en actividades no productivas. Aún recuerdo una vez que me vi en una situación parecida en la que me gaste muchísimas más horas que en esta última experiencia. Lo que hizo que perdiera un tiempo precioso y otras cosas mucho más valiosas que la actividad en la que quemaba inútilmente las horas. Y creo fielmente que cuando algo así se convierte rutinario puedes llegar desperdiciar tu vida.

Mientras escribo esto, irremediablemente, se me vienen a la cabeza multitud de verdades aplastantes: que se puede tener un nivel decente en un idioma con 100 horas, que con 100 horas de estudio no habría problema para superar un semestre, que con 100 horas mi nivel artístico mejoraría sensiblemente… es decir, que con 100 horas mejoraría notablemente en lo que me propusiera. Y, es que como bien sabéis, hay multitud de hobbies que no solo divierten sino que además nos proporcionan y explotan nuestros talentos innatos y, al menos para mí, el haber estado 100 horas delante de una consola no me ha proporcionado nada.

En fin, para terminar, haré caso a un articulo que una vez leí en el que a un reputado artista se le preguntaba precisamente por los videojuegos, a lo que el respondía que no jugaba, que lo había dejado hace tiempo, no por que fueran malos, sino porque, de hecho, le quitan mucho tiempo y no le aportaban nada.

En mi caso, y en el del entrevistado, eran los videojuegos. Pero, cualquier cosa puede ser un agujero negro de tiempo. La cuestión es preguntarse a si mismo, si esa actividad es lucrativa y si no perjudica aquellas actividades que deberían ser de prioridad, pero que, curiosamente, son las que menos tiempo invertimos en ellas.

Quizás penséis que esta no es una reflexión muy interesante. Pero, para mi lo es, ya que tan solo hace unas horas, irónicamente, he vivido mi fantasía final.

Nail Gee

Deja tu comentario

Publicar un comentario

Deja tus impresiones y tus pensamientos...