Infidelidad

La noche es confusa…
y la visión de poseer este cuerpo que no es el tuyo no es una alucinación…

La noche posee demasiadas intrigas…
pero ninguna de ella se compara al porque noche tras noche te soy infiel…

En medio del furor de esta traición siempre veo tus ojos a través de ella,
me miran sin juzgarme porque ellos bien saben mi apetencia por verles llorar,
me contemplan siempre tristes al verme disfrutar de este precioso cuerpo,
sus piernas más largas que mis mentiras…
sus labios tan carnosos y tersos como una rosa en primavera…
sus grandes ojos color miel llenos de pasión y fiereza…

Mira atónito su cuerpo moverse y estremecerse cada noche por igual,
vivo el mismo rito oscuro y perverso cada vez que le hago mía,
me hundo en alcohol para así poder fingir una magistral actuación ajena a mis actos
cada vez que llego a ti y me recibes con una sonrisa…

En el fondo sé que sabes toda la verdad,
sufres por sentirme tan frió y distante a raíz de esta debilidad,
mueres al verme llegar con el perfume de otra mujer,
sin embargo callas y derramas tus lagrimas al marcharme por la mañana…

¿Por qué?
¿Por qué sabes cuan vacío me siento cada vez que cierro la puerta detrás de mí de aquella alcoba?
¿Por qué conoces mi sufrimiento al haber cruzado aquella línea que separa el placer del sufrimiento?

Exactamente, es eso…
simplemente es mi insaciable apetito por autodestruirme,
y tu querida mía,
lamentablemente eres la victima de un juego,
mi juego…
donde yo siempre salgo perdiendo…